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martes, 30 de diciembre de 2008

LOS SANTOS INOCENTES

Un clamor se oye en la Tierra, mucho llanto y lamento; son Madres que lloran a sus hijos, y no quieren consolarse, porque ya no existen.
Ésta podría ser una actualización de la profecía de Jeremías para celebrar el día de “Los Santos Inocentes” en nuestros tiempos.

Para muchos es éste un día de broma pesada, de inocentada.

Un clamor se oye en la Tierra…

Mientras tanto permanecemos dormidos, instalados en el consumismo, todo capricho (objeto material o humano) es accesible, y, cuidado, que así debe ser no sea que despierte alguien, casi un derecho por encima de los verdaderos, como ovejas despreocupadas de lo que las rodea, de cuál es la verdadera intención de su pastor y hacia dónde las conduce, siempre que puedan llevarse un rastrojo a la boca.
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ONU Doc
. A/4354 (1959) Declaración de los Derechos del Niño
y no quieren consolarse, porque ya no existen.

PREÁMBULO:

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana.
lloran a sus hijos.

Considerando que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento.

… porque ya no existen.

Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle.

… un clamor se oye en la tierra.

Principio 4

El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y
postnatal
. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Principio 8

El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.

Principio 9

El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.
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En mayo del 2001 se anunciaba como un gran acontecimiento la elaboración por parte de la Asociación Mundial de Medicina
Perinatal, conjuntamente con otras sociedades nacionales de esta especialidad,(Obstetricia, Pediatría y de Neonatología
) y la colaboración de otras instituciones, fundaciones y organizaciones humanitarias un documento mundial que regulará los derechos de la madre y el niño, el recién nacido… será, efectivamente, la Declaración de Barcelona de los derechos de la madre y el recién nacido del 24 de septiembre de 2001.
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Para muchos, el 28 de diciembre, es el día de las bromas pesadas, de las inocentadas... para otros, también muchos, el día en cuestión no tiene la menor gracia, quizá andan algo más despiertos, y se dedican, entre otras acciones, a hacer concentraciones pacíficas, sin odio ni juicio hacia nadie, y manifiestos a favor de los niños no nacidos y las mujeres embarazadas.

Algún día, no pierdo la esperanza, se creará el estatuto jurídico del no nacido, tendrá personalidad jurídica, pese lo que pese y mida lo que mida.
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DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LA
MADRE (de la Declaración de Barcelona de los derechos de la madre y el recién nacido del 24 de septiembre de 2001, Barcelona).

3. Toda mujer tiene derecho a no sufrir discriminación, ni penalización, ni marginación social, a causa de una interrupción voluntaria de su embarazo. La práctica del aborto debe ser realizada en condiciones sanitarias adecuadas. Las mujeres tienen derecho a un acceso fácil a servicios de calidad para tratar las complicaciones derivadas de un aborto.

DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL RECIÉN
NACIDO (de la Declaración de Barcelona de los derechos de la madre y el recién nacido del 24 de septiembre de 2001, Barcelona).

1. La declaración universal de los derechos humanos se refiere a todas las etapas de la vida. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.

2. Todo recién nacido tiene derecho a la vida. Este derecho debe ser respetado por todas las personas y gobiernos sin discriminación por razones de raza, sexo, economía, lugar geográfico de nacimiento, religión u otras. Los Estado deberán tomar las medidas adecuadas para que proteger a los niños frente a cualquier discriminación.

13. Los padres de los fetos con malformaciones incompatibles (¿?) con la vida tienen el derecho de seguir su embarazo o bien optar por una interrupción legal, dentro del marco legal de cada país, si así los desean. En el caso de que el feto llegue a término no debe aplicarse al recién nacido medidas terapéuticas fútiles tras el nacimiento.
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Tal vez, un buen día, un 28 de diciembre cualquiera, por ejemplo, miembros de diferentes instituciones harán una Declaración de los Derechos del No Nacido y Obligaciones de los Estados para con las Madres, en las que el aborto no sea la única solución a los innumerables y
dolorosos problemas a los que se enfrentan en solitario tantas madres angustiadas y que obligue a los estados a proporcionarles todo tipo de ayuda legal, psicológica, económica, etc.

Una madre, por el hecho de
serlo, debe ser el centro de toda acción social, esto sí es un verdadero avance social y no tanto el que ya no sólo los ricos puedan tener un buen aborto porque tienen dineros para ir a Londres (los niños vienen de París
y desaparecen en Londres, podría haberse dicho), ahora todo el mundo puede por un módico precio y cerca de casa; menuda inocentada, que broma más pesada considerar esto un gran avance social si es lo único que pueden garantizar y ofrecer los gobiernos de los diferentes estados.

Creo recordar que el aborto se ha despenalizado en España en tres supuestos, pero en ningún caso es un derecho, especialmente cuando el derecho a la vida del no nacido es brutalmente negado, como si no existiese.

… son Madres que lloran a sus hijos, y no quieren consolarse, porque ya no existen.

Tal vez, un buen día, todo cambie.

Dionisio Abenza López

sábado, 27 de diciembre de 2008

SILENCIO, POR FAVOR


Cuando me cuentan lo bien que lo pasan algunas personas bailando en esos santuarios en los que acampan los decibelios a sus anchas, y me siguen diciendo que, después, les acompaña, ya en el silencio nocturno de sus casas, un zumbido en los oídos durante varias horas, no puedo evitar acordarme de una frase, creo que de Schopenhauer:“La cantidad de ruido que alguien es capaz de soportar sin perturbarse está en relación inversa con la de su capacidad mental”.
Afirmar que estas personas son cabezas huecas no es serio ni aconsejable. Pero sí se puede asegurar que acostumbrarse a tanta contaminación sonora disminuye la sensibilidad auditiva y la facultad de atender. Dos aspectos importantísimos para la vida, la educación y el disfrute de la música. La capacidad de escuchar, de escucha atenta, es sinónimo de disfrutar del SONIDO, simplemente y con mayúsculas.
A estas personas habrá que decirles que nuestro oído tiene límites en lo que se refiere a la intensidad de los sonidos. Superar esos límites es muy peligroso. Para medir la intensidad del sonido se utiliza un aparato llamado sonómetro, que utiliza como unidad de medida el decibelio (dB), y entre los 130 y los 140 dB se produce el umbral del dolor. Se puede perder total o parcialmente la audición. (Las discotecas, entre otros lugares lúdicos musicales y demás revienta tímpanos, y más aún si te colocas al lado de un altavoz, juegan con esta cantidad de decibelios peligrosamente).
Por otro lado, el exceso de ruido también produce alteraciones psíquicas como estrés, alteraciones del sueño y de la atención, depresión, falta de rendimiento, agresividad, etc. En el ámbito social, el efecto inmediato del ruido es la incomunicación.
Pero tranquilos, no en vano estamos en uno de los países más ruidosos del mundo y tenemos que ser buenos patriotas. ¿Sabíais que precisamente las fuentes de ruido más habituales son las zonas de ocio (bares, discotecas…), además del tráfico urbano?
Sin embargo, hay un aspecto del ruido que estamos olvidando. En nuestro siglo XX, la gran difusión y el consumo de la música grabada está provocando que ésta se transforme en ruido.

Sí, desde el punto de vista de la contaminación sonora, todo sonido no deseado es ruido aunque su intensidad sea moderada. Y es que estamos obligados a escuchar música a cualquier hora y en cualquier lugar. Si vas a un comercio o a un bar, o a una oficina, o a una sala de espera, al dentista, o en el autobús; si visitas al amigo, su televisor te habla por el otro oído. El cielo nos ha castigado con música ambiental continua.

Leed lo siguiente, por favor:“Denunciamos unánimemente la intolerable violación de la libertad individual y del derecho que cada uno tiene al silencio, a raíz del uso abusivo, en lugares públicos y privados, de música grabada o radio difundida”.
A la vista de este texto, que pertenece a una moción presentada en el año 1969 ante el Consejo Internacional de la Música, organismo perteneciente a la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación), nos podríamos plantear si hemos progresado mucho en esta materia desde aquel año. Para ello resulta también inevitable meditar sobre este principio:“El DERECHO que cada uno tiene al silencio”. SILENCIO, derecho al silencio.
Sí, es verdad, es algo que he explicado muchas veces en clase: el silencio absoluto no existe. Lo hemos comprobado más de una vez cerrando los ojos, escuchando. En un principio, silencio; luego, en unos segundos, acuden muchos diminutos sonidos que escapan a nuestra percepción general, porque siempre hay sonido. Pero, en la medida que puedo, intento que se cree ese silencio mínimo que permita florecer a la música.
Por mi parte, acabo deseando que se pueda crear silencio, se escuche y, si se desea, se disfrute de la música; no, mejor, que se disfrute de todo sonido, hasta del que se oculta tras cada silencio. Reclamemos un nuevo derecho para la humanidad: el derecho al silencio.
Dionisio Abenza López

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